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Maratón de San Francisco 2018

San Francisco fue más retador de lo que imaginé. Cuando me inscribí a este maratón, en noviembre, creí que sería buena idea conocer la ciudad corriendo sus 42 kilómetros y 195 metros, con todo y cuestas incluidas y vistas espectaculares de la bahía. Pensé que sería un gran reto y no me equivoqué. Iliana y yo, aterrizamos el viernes a medio día. Tomamos metro hasta acercarnos al hostal y de ahí, caminamos un par de cuadras, donde reconocimos las típicas calles empinadas; llegamos al hostal, donde nos encontramos con mi amiga Elina y su esposo Scott, quien sería el "porrista oficial" en este maratón. Por la noche nos alcanzaría Caro, prima de Elina, que se estrenaría en la distancia.  Teníamos el tiempo super medido,  comimos un wrap muy cerca del Distrito Financiero y nos fuimos en uno de los autobuses que tenían idas gratuitas hasta la expo donde recogeríamos nuestros kits. Cuando llegamos a Fort Mason , el frío comenzó a sentirse extraño, como si estuviéramos en cualqu
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¡Me voy al Maratón de San Francisco!

26 de marzo. La Semana Santa. Hoy mi abuelo "Mololo" cumpliría 78 años si viviera, también se cumple 1 año y 2 meses que se fue a un lugar mejor, estoy segura. En menos de un mes despido mis 26 años. Esperé que llegara el 26 de marzo desde hace más de cuatro meses, cuando decidí que mi maratón número 5 sería en San Francisco. Elegí este maratón por dos razones principales:   la primera, porque me emociona mucho conocer esta ciudad (en Chicago descubrí que no hay mejor forma de descubrir un lugar que haciéndolo mientras corres por sus calles) y segunda, porque no me gusta correr cuando encuentro cuestas en el camino y San Francisco amenaza con tener varias y muy pesadas, así que es el reto más grande a superar. Creo que de eso se tratan los maratones, de hacerte ver que cada que cruzas la meta de uno de ellos, eres más fuerte y valiente de lo que pensabas; los maratones están para retarnos a dar lo mejor de nosotros. A partir de hoy, me esperan dieciocho

Medio Maratón Puerto de Veracruz: el primero del año.

Regresé al Puerto de Veracruz. A mi Medio Maratón favorito del país. Le tengo un cariño muy especial a esta carrera. Aquí fue la primera vez que vi a una multitud animar a conocidos y desconocidos, donde descubrí las porras de familiares apoyando a sus corredores. Fue aquí donde hermano debutó en sus 21K y celebré con él y con toda la familia, ese gran logro que ahora, sé lo que significa y el gran esfuerzo que representa.   Papá se estrenó en esta distancia hace tres años y mi mejor amiga lo hizo también hace dos. Hoy, cuatro años después de haber corrido mi primer medio maratón en esta ciudad, volví. Y una vez más, regresé para ser feliz corriendo en el medio maratón más bonito de México. Salimos de Xalapa el sábado después de desayunar. Papá y yo correríamos el domingo así que lo primero, era llegar al Puerto a recoger nuestro kit. Una expo bien organizada, en el World Trade Center de Boca del Río; podías recorrerla con calma y darte un espacio para tomarte fotos o simplem

¿Qué sigue después del maratón?

Claro, otro maratón. Pero ya no en este año. Han pasado casi dos meses desde que corrí mi primer World Marathon Major en Chicago y aún no termino de asimilar que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida y un maratón al que siempre recordaré con una sonrisa que parece imborrable, al menos hasta que regrese, a su ciudad, a cruzar esa meta de nuevo en Grant Park. Intenté recapitular en mi mente un poco de lo que logré hacer este año y detectar mis oportunidades para ser mejor corredora: sigo creyendo que con más entrenamiento de fuerza y una dieta saludable, se logra un combo que complementa el entrenamiento de carrera para dar mejores resultados. También creo firmemente que con incluir mínimo un día de entrenamiento con intervalos, cuestas o fartlek , podré ser más rápida y mejorar mis tiempos en la distancia que se me antoje. Y sí, todas esas prácticas requieren tiempo y mucha disciplina (siempre pensaré que entrenar para un maratón es una de las pruebas más grandes pa

Maratón de Chicago 2017: mi 4o. maratón.

Cuando  aterricé en Chicago el viernes 6 de octubre, jamás imaginé que esa ciudad me regalaría el mejor maratón de mi vida (hasta ahora) En esta aventura, tres mexicanas más estuvieron conmigo: Elina, una amiga en común que tenía por una de mis amigas de la universidad en Xalapa, maratonista también. Iliana, mamá de Elina, quien correría también el maratón, y Berena, mi amiga y productora en el trabajo, que se dejó convencer de hacer este viaje para echar porras. Nada hubiera sido tan divertido sin ellas. Llegamos a la expo a recoger nuestro kit por ahí de las 6 de la tarde, habíamos estado durante dos horas en un Uber del aeropuerto al hotel así que honestamente, seguíamos un poco fastidiadas y con hambre; cuando entramos a esa sala gigantesca repleta de stands y corredores, olvidé por un momento el cansancio y el hambre para dar paso a la emoción típica de sentir que ya estás a nada de pararte en la línea de salida. La entrega de mi número fue rápida, Berena me acompañó por